Para que el ciclo del agua esté equilibrado, los árboles juegan un papel fundamental
Los árboles juegan un papel crucial en la mitigación de los efectos del cambio climático. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el cambio climático está provocando una mayor frecuencia e intensidad de las sequías, entre otras cosas.
Los árboles nos ayudan a mantener el equilibrio ambiental en el planeta, pero el cambio climático está alterando ese equilibrio.
Los árboles tienen un efecto refrescante en su entorno, lo que ayuda a compensar el impacto de la radiación solar y evita que la temperatura suba demasiado. Este proceso, conocido como efecto de «isla de calor», puede reducir la temperatura hasta 2 grados en algunos casos. Este es solo un ejemplo de la importancia de los árboles en la lucha contra el cambio climático.
La presencia de árboles en las zonas urbanas es vital para mejorar el clima de las ciudades. Los árboles no solo mejoran la calidad del aire, sino que también enfrían las áreas cálidas y aumentan la resiliencia climática.
✔️Cómo interactúan los bosques y la lluvia
Otro beneficio de los bosques es su relación con el agua. Como resultado, mejoran la calidad de este recurso natural, ayudan a mantener el caudal de los ríos y aumentan las previsiones de precipitaciones.
Los bosques ocupan un lugar importante en el ciclo del agua. Gracias al proceso de evapotranspiración que realizan, son un componente esencial en la mejora de la calidad del agua y la generación de precipitaciones. A través de este mecanismo, la vegetación tiene la capacidad de liberar el agua de lluvia a la atmósfera en forma de vapor.
Los árboles devuelven el 70% de la lluvia caída sobre ellos, lo que genera un mayor nivel de humedad comparando con otros ambientes naturales. Esta humedad favorece, bajo determinadas condiciones, la llegada de precipitaciones en la zona, conocida como teoría de la bomba biótica.
✔️Hay menos árboles, por lo que llueve menos, según la teoría de la bomba biológica
Según el Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), la mayor parte de las precipitaciones del mundo están relacionadas con los bosques. Sin embargo, muchos mecanismos y procesos aún no se conocen del todo.
Una hipótesis que pueden explicar el papel de los árboles en la regulación de las precipitaciones es la conocida teoría de la bomba biológica desarrollada por los investigadores Anastasia Makarieva y Viktor Gorshkov del Instituto de Física Atómica de San Petersburgo.
Los modelos existentes muestran que las precipitaciones están controladas por la temperatura. Pero según esta teoría, los científicos creen que la principal causa de las precipitaciones es la capacidad de los bosques para retener el agua. Esta teoría puede explicar las grandes cantidades de lluvia en regiones como el Amazonas (América del Sur) y el Congo (África).
Está científicamente demostrado que hay una influencia de los bosques en las precipitaciones. Cuanto menor sea el número de árboles, menos agua se evapora y menos precipitaciones. Los datos del CIFOR demuestran que la deforestación puede reducir las precipitaciones en un 30% y que los bosques pueden absorber cuatro veces más agua que los pastizales.