El nuevo método objetivo de cálculo del IRPF para 2022 y 2023 incluye 35 deducciones por ingresos netos de gas y petróleo y 15 deducciones por fertilizantes.
Los piensos comprados a terceros y los cultivos en regadío con energía eléctrica se mantienen en los niveles excepcionales de reducción establecidos en 2021
Los agricultores y ganaderos españoles pueden beneficiarse de una bonificación fiscal neta especial (IRPF) por la compra de gasóleo agrícola y fertilizantes para paliar los efectos del aumento de los costes de producción.
En el marco de la orden del Ministerio de Hacienda y Función Pública, publicada hoy en el Boletín Oficial del Estado, se desarrollará el método de estimación objetiva del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, así como el régimen especial simplificado del Impuesto sobre el Valor Añadido para 2023.
Cada año, cerca de 850.000 agricultores y ganaderos aceptan voluntariamente el sistema de estimación objetiva agrícola en nuestro país.
La principal reforma es la introducción de medidas específicas para reducir el impacto de los precios agrícolas en los agricultores y ganaderos. Entre ellas, una reducción del 35% en el precio de compra del gasóleo utilizado en la agricultura y una reducción del 15% en el precio de compra de los fertilizantes.
Adicionalmente, se mantienen los índices correctores por rendimiento neto reducido que excepcionalmente se aplicaron en la cuenta de resultados de 2021 para piensos comprados a terceros y para cultivos en regadío que utilizan energía eléctrica.
Se mantiene un índice de actividad ganadera para las explotaciones ganaderas que emplean piensos y otros productos alimenticios comprados a terceros, si representan más del 50% de la cantidad consumida. El tipo estándar para todos los sectores ganaderos es de 0,50.
La electricidad de riego también se mantendrá en el mismo nivel que en 2021, con una reducción del 25% en la eficiencia neta para todos los sectores de riego.
Asimismo, los agricultores y ganaderos que tributan en módulos se beneficiarán de una reducción de la renta neta del 15% en 2022 y del 10% en 2023, frente al 5% que se suele fijar.