Las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) dificultan la aprobación de las medidas para la igualdad de condiciones.
El ministro español de Agricultura, Luis Planas, defendió que las importaciones de productos agrícolas y ganaderos que llegan a la Unión Europea (UE) desde terceros países cumplan los mismos estándares de calidad y seguridad que deben seguir los trabajadores del sector primario de los estados miembros.
El ministro defendió que los productos importados “deben serlo en las mismas condiciones que aquello que hemos impuesto en la producción a nuestros agricultores y ganaderos», declaró Planas antes de la reunión de ministros de Agricultura celebrada el 17 de enero en Bruselas.
El ministro de agricultura francés, Julien Denormandie también compartía esta postura, declarando que “ninguno de los ciudadanos europeos puede entender que importemos productos no hechos con las mismas reglas de producción”. Destacó, también, que la reciprocidad en las normas es necesaria para “asegurar la seguridad alimentaria” así como para lograr “la transición ecológica”.
Pero la resolución sobre esta propuesta no se ha resuelto, y habrá que esperar al mes de junio, fecha en que se publicará un informe en el que está trabajando la Comisión sobre la viabilidad legal de exigir los estándares sanitarios y medioambientales, incluidos los relativos a bienestar animal, así como sobre los procesos y métodos de producción. El objectivo según la Comisión es garantizar que se respeten las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, en la rueda de prensa posterior al encuentro destacó que los estándares comunitarios son una ventaja y apeló a los socios comerciales de la UE a apostar “todo por la calidad de la comida”.