Este grupo de agricultores representa a Galicia y Castilla y León.

El bufete de abogados que los representa anunció el pasado viernes 2, que miles de ganaderos han presentado la primera demanda colectiva contra el llamado “Cártel de la leche” en varios tribunales españoles.

Eskariam, despacho de abogados especializado en grandes litigios, ha informado de que se han presentado seis demandas ante varios juzgados de toda España, entre ellos Barcelona y Granada.

Eskariam, junto con el bufete internacional Hausfeld, representa a un grupo de ganaderos de Galicia y Castilla y León, afectados por prácticas anticompetitivas en el sector lácteo por las que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha impuesto sanciones en 2019.

La CNMC impuso multas de 80 millones de euros a algunas de las mayores asociaciones y empresas transformadoras de productos lácteos de España, entre ellas Nestlé, Danone y Lactalis, por prácticas contrarias a la competencia, como compartir información para influir en los precios pagados a los ganaderos.

Según el bufete, los seis primeros demandantes pertenecen a un grupo de 7. 000 productores, lo que representa alrededor del 60% de los agricultores que han decidido acudir a los tribunales.

Los daños totales se estiman en 800 millones de euros, ya que miles de ganaderos españoles han sufrido cuantiosas pérdidas debido a los bajos precios de la leche en España.

Eskariam afirmó en un comunicado que estaba decidida a emprender acciones legales “de la forma más justa, eficaz y responsable en interés de las partes afectadas”.

El despacho argumentó que la presentación simultánea de varias demandas podría complicar la labor de los tribunales, por lo que decidió presentar menos demandas para facilitar el proceso, simplificar los procedimientos y favorecer una resolución más rápida de los litigios.

Agaprol, la mayor organización de productores lácteos de España, subrayó la importancia de una compensación económica por las pérdidas sufridas durante estos años, ya que ello “reforzaría la sostenibilidad de la cadena de suministro y garantizaría la independencia nutricional de la leche como producto básico”.

“Desde hace varios años, los productores reciben precios por debajo de los costes de producción, lo que ha provocado el cierre de miles de explotaciones, una fuerte caída de la actividad económica y la desertización de las zonas rurales”, afirma Agaprol.

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